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El bienestar emocional está íntimamente relacionado con la percepción que uno tiene de su propio aspecto físico. La sociedad cada vez es más consciente de esta evidencia, y por eso los tratamientos estéticos quirúrgicos ya no son vistos como algo superficial. Cada vez más personas se deciden a someterse a una intervención estética. Las innovaciones técnicas y las tecnologías de vanguardia han traído nuevas cirugías estéticas sencillas y seguras, que ofrecen resultados muy satisfactorios para los pacientes. Pero siempre es importante ponerse en manos de un profesional que domine estas técnicas, como el dr. Federico Rehberger.
La cirugía estética facial siempre ha sido vista como un recurso extremo para corregir defectos severos. La opinión generalizada era que, quien se sometía a una cirugía estética, o no podía sobrellevar sus complejos, o era una persona superficial, dispuesta a asumir riesgos por su aspecto físico.
Afortunadamente, esa opinión es cosa del pasado. Ahora se entiende que la percepción de la estética personal es algo muy importante. Y que una persona no tiene por qué sentirse a disgusto con su aspecto sólo porque la presión social le obligue a fingir que no le importa.
A este cambio de mentalidad han contribuido las innovaciones en tratamientos y tecnologías. La cirugía estética facial, si se recurre al especialista indicado, ya no requiere de una intervención tan invasiva y cruenta como antes. Nuevas técnicas facilitan inmensamente la labor del cirujano, la rápida recuperación del paciente y el éxito de la operación.
Estas son las cuatro intervenciones más comunes y que más se han visto mejoradas en los últimos años.
Rinoplastia: Cirugía de la Nariz
Las actuales rinoplastias permiten modificar la forma de la nariz para adaptarla a los cánones estéticos que desee el paciente, de forma mucho más sencilla que las antiguas.
Hay que recordar que las rinoplastias pueden solucionar multitud de problemas, no sólo estéticos, como rectificar desviaciones de la línea media, propias a o debidas a traumatismos, o facilitar la respiración obstaculizada por un tabique desviado.
Pero si nos ceñimos sencillamente a lo estético, podemos afirmar que la rinoplastia ha evolucionado mucho en los últimos años.
Innovaciones para una rinoplastia menos cruenta y más eficaz
Tres innovaciones técnicas permiten intervenciones mucho más llevaderas para los pacientes.
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- La primera es la anestesia mediante sedación consciente. Antes, la rinoplastia siempre se realizaba bajo anestesia general. Pero la sedación consciente supone una aplicación mucho menos invasiva, con la que controlar el miedo y el dolor y facilitar una recuperación más veloz.
- La segunda es la regeneración ósea con plasma enriquecido. La aplicación de la sedación consciente permite extraer sangre que se centrifuga para obtener su propio plasma. La utilización de este plasma sobre el tejido en el que se está interviniendo, tiene efectos muy beneficiosos. El hueso se regenera a mayor velocidad. El tejido se inflama mucho menos, por lo que el dolor queda reducido. Y la posibilidad de infecciones se reduce.
- La tercera es el uso del bisturí de ultrasonidos. Este instrumento permite tallar el hueso de la nariz de una forma mucho más sutil y precisa. Facilita mucho el proceso con respecto a las antiguas técnicas (casi de martillo y cincel). También se consigue menos inflamación, menos sangrado y una mejora de las posibilidades de éxito.
«El bisturí de ultrasonidos permite una intervención prácticamente libre de sangrado y hematomas, con menos inflamación, menos dolor y menos complicaciones. La cirugía ultrasónica simplifica el proceso, permitiendo que el paciente se reincorpore a su vida ordinaria en aproximadamente una semana». Dr. Federico Rehberger.
Blefaroplastia: Cirugía de los Párpados
La blefaroplastia es uno de los tratamientos más sencillos en relación a los estupendos resultados que se obtienen. Se trata de una intervención quirúrgica en los párpados para mejorar sustancialmente los efectos de la edad.
La blefaroplastia actúa sobre las famosas bolsas en los ojos, que no son otra cosa que protrusiones de grasa, que la piel y los músculos avejentados de los párpados ya no pueden sostener con la misma firmeza que antes. El aspecto de estas bolsas es muy notorio, especialmente en la zona más cercana a la nariz.
Si además tenemos en cuenta que la edad suma un exceso de piel y músculo en la zona, el resultado es el decaimiento de la mirada, algo muy importante en nuestra estética facial.
La buena noticia es que un especialista puede corregirlas practicando las mínimas incisiones precisas, que eliminen el exceso de piel, músculo y grasa. Se trata de una operación muy demandada, por sus fantásticos resultados, su escaso tiempo de ejecución y su llevadero postoperatorio.
La importancia de confiar la blefaroplastia a especialistas reputados
Sin embargo, como en toda intervención quirúrgica, siempre hay que confiar en los mejores profesionales y el mejor equipamiento para tener las máximas garantías. En este caso, ponernos en las manos de un cirujano de reputación contrastada es vital. Como muestra, hacemos notar que el marcado previo (con tinta sobre la piel) es tan importante como la intervención en sí, para guiar las incisiones. La experiencia, visión y buen hacer del cirujano determinan el proceso.
Además, como no puede ser de otra manera, en la blefaroplastia también las innovaciones tecnológicas pesan.
El láser de CO2 ha ayudado a mejorar los resultados y la experiencia de un paciente que se somete a una blefaroplastia. La piel de los párpados es muy fina y se encuentra muy bien vascularizada (numerosos vasos sanguíneos diminutos la recorren). Esto provoca que cualquier mínimo sangrado puede provocar hematomas muy llamativos. Esto no es en absoluto peligroso, los hematomas acaban por absorberse, pero sí puede resultar incómodo para el paciente. Lo que logramos con el láser de CO2 es que, a medida que practicamos las incisiones, la sangre se vaya coagulando, reduciendo así la posibilidad y la gravedad del hematoma. Además, una terminal láser es un instrumento de enorme precisión que facilita la intervención.
El dr. Federico Rehberger también confía en la anestesia por sedación consciente como herramienta para conseguir que se perciba la cirugía como un proceso menos agresivo.
Queiloplastia: Cirugía de los Labios
Por queiloplastia entendemos todas las intervenciones dirigidas a moldear la forma de los labios. Es una intervención muy demandada, sencilla y con resultados muy positivos.
«El modelado de los labios es muy sencillo y poco invasivo, y produce unos resultados estéticos muy positivos. Rejuvenece el rostro y aumenta la sensualidad de los rasgos». Dr. Federico Rehberger.
Mediante esta intervención, el cirujano puede aumentar o reducir el volumen de los labios, acortar del labio superior, eliminar la laxitud que afecta al labio con la edad, y borrar las arrugas, por lo que tiene un efecto rejuvenecedor.
La queiloplasita, también ejecutada con sedación consciente, es una operación incruenta que permite la incorporación del paciente a su vida cotidiana en muy pocos días.
Otoplastia: Cirugía de las Orejas
Por último, pero no menos importante, también debemos mencionar la otoplastia. El efecto de unas orejas poco atractivas sobre la estética facial es notorio. Afortunadamente, es viable modificar el aspecto de éstas mediante técnicas sencilla, casi libres de riesgos.
El defecto estético más común en son las llamadas orejas de soplillo, u orejas despegadas. Para corregirlo, se reposiciona el pabellón auditivo y, en ocasiones, se manipula ligeramente el cartílago, abriendo una incisión invisible detrás de la oreja.
Pero, además, también puede corregirse el exceso de tamaño, la falta de simetría, los defectos morfológicos del lóbulo, o cualquier problema que afecte a la simetría y estética de la oreja. Incluso puede reconstruirse el pabellón auditivo, total o parcialmente, utilizando cartílago de otras partes del cuerpo, para casos de microtia o anotia (personas sin oreja o con una oreja muy pequeña, debido a una malformación, a una enfermedad o a un accidente).
La mayoría de las otoplastias son operaciones sencillas que no requieren ingreso y que se ejecutan con sedación consciente, con todas las ventajas que ese tipo de anestesia aporta al bienestar de quien se somete a ellas.